Parece maña de cabro chico el titulo, y tal vez algún psicólogo lo confirme, pero no puedo evitar la sensación de disgusto cuando alguien me propone una ensalada como opción de plato principal (a veces cuando la opción ni siquiera contiene un trocito de algún animal muerto). Puede que ahora este escribiendo influenciado por la "estafadora" lasagna de verduras que traje de almuerzo (yo creía que era de salmón), pero si no es ahora, ¿cuando voy a encontrar la inspiración?.
Cuando me pasan estas cosas se me viene a la mente la frase: "nunca confíes en un vegetariano", la cual uso para molestar a mi hermana, pero si nos detenemos a pensar ¿que clase de proteínas le llegan al cerebro a alguien que consume los mismos alimentos que una vaca?. A veces siento que el mar de estudios con que tratan de ahogarme para demostrar que la carne no tiene proteínas o que los que no comen carne son mas felices, son mas una justificación que otra cosa.
Sinceramente les deseo lo mejor a los que creen que comer animales es malo, pero no es mi camino y espero un poco de respeto, tal vez lo que mas me carga es que traten de convertirme, es como si fueran testigos de Jehova del vegetarianismo. Con gente como yo lo único que logran, es que después de discutir con ellos, pase a un McDonalds o a un Burger King.
P.D.: Cualquier hamburguesa con harto tocino...¡¡¡la lleva!!!
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